En este primer artículo queremos hacer un homenaje a nuestra PERLA, contar su historia, su legado y como cambió nuestra vida para siempre.
Perla llegó a nuestra casa con año y medio de edad. Una perrita azul mirlo tricolor, preciosa y noble pero con muchísimo trabajo por delante.
Perla había tenido una mala experiencia en su infancia y llegaba bloqueada y llena de miedos. Todo un reto por delante.
Cada pasito era todo un logro. Intentamos crear vínculo con ella, que volviese a confiar en las personas.
Poco a poco ese vínculo se hizo fuerte, incondicional e inseparable. En apenas unos meses éramos uno. En aquella perrita llena de temores, insegura y desconfiada algo había cambiado y estaba mostrando un potencial enorme. Era como manejar mi mano derecha! Y no fue mérito nuestro, simplemente vio cariño y afinidad, y lo dio todo.
Perlita aprendió a pastorear ovejas, ocas y vacas en pastoreo profesional. Hacía fácil el trabajo que no podían hacer varias personas. También aprendió agility e infinidad de trucos. Verla sumando con ladridos e incluso ladrando pequeñas raíces cuadradas era genial! Pero lo que más orgullosos nos hace sentir, es que logramos hacer con ella terapia asistida. Verla interactuar y sacar una sonrisa a niños con problemas es un orgullo enorme.

A nosotros, nos cambió la vida y decidimos dar un pasito más con la raza. Creamos nuestro afijo BLEU PERLE en homenaje a ella ( No podía ser de otra manera) y nos iniciamos en el mundo de la cría.
Perlita se fue con 18 añitos dejándonos momentos imborrables. Imposible olvidar como ya siendo muy mayor, le daba besitos con el hocico a nuestro hijo.
Perla nos enseñó, que el objetivo de nuestra cría debía ser intentar que las familias que confían en nosotros como criadores logren tener una experiencia tan bonita y un vínculo tan fuerte como lo tuvimos nosotros con ella.
Nunca nunca te olvidaremos Perla!! Y siempre y de obligado cumplimiento es recordarte con sonrisas, porque ante todo, lo que nos diste fue felicidad!